14 de septiembre de 2011

La Jungla de Cesped (The Grass Jungle) Part IV


Barcelona, 6 de mayo. 13:35h

“La Comisión de Control y Disciplina deportiva de la UEFA acordó hoy sancionar a Jose Mourinho con cinco partidos, uno ya cumplido y el quinto en suspenso durante los próximos tres años, por sus declaraciones tras el partido de ida de las semifinales de la Champions, en el que fue expulsado por protestar la exclusión del jugador Pepe en el minuto sesenta. Desde entonces, las maneras del luso han cambiado como de la noche a la mañana, no acude a las ruedas de prensa pre o post partidos, el segundo entrenador, Aitor Karanka, es el encargado de hablar con los periodistas y es poco frecuente verlo por las instalaciones que el club tiene en Valdebevas. Si hemos de ser sinceros, este hombre no es el mismo que aterrizó en el Bernabéu en verano pasado. El cambio radical de su actitud entorpece el necesario equilibrio de la plantilla, la paciencia de la directiva y la frágil moral del aficionado. Por el contrario, el Barça vuela hacia los títulos de Liga y Champions sin que nadie se le cruce en el camino.
Pepe Gutiérrez, Barcelona, ¿Cómo se vive desde la Ciudad Condal la sorprendente actitud de....” ¡clic!
Cierra la televisión y se dirige lentamente hacia el mueble bar donde se sirve una copa con mucho hielo que atiborra de vodka. Después de saborear un primer trago, largo y agradable, se dirige hacia el teléfono móvil que tiene sobre el escritorio. Marca un número que conoce de memoria y durante la espera, vuelve a darle un sorbo a la copa helada.
- Hola, nen, soy Jan. ¿Has oído las noticias de Madrid? Sí, sí, ¿Qué te dije? ¿Ha valido la pena “invertir” ese dinero o no? - dice gozoso del éxito logrado - Creo que a partir de ahora reinará la paz y la tranquilidad. Puedes estar plenamente convencido que no volverá a entorpecer nuestra misión. Tenemos que ganar la competición en España y en Europa. Nos jugamos demasiados millones en las apuestas como para que un advenedizo de la talla del portugués nos fastidie el futuro - otro largo trago del licor le refresca el gaznate mientras escucha con placidez a su interlocutor - ¡Ni lo pienses! habría sido muy difícil con esta mosca cojonera tocándonos las narices todos los días por tierra, mar y twitter - dice convencido de sus palabras - A partir de ahora lo vamos a perder de vista durante una buena temporada y, ¿quién sabe?, con un poco de suerte se vuelve a Londres y muerto el perro se acaba la rabia. Mejor olvídalo cuanto antes y céntrate en el trabajo. - sentencia antes de cambiar de tema.
- Por cierto - continúa con la conversación - ¿Te ha comentado Sandro algo respecto al cambio de actitud del “pájaro”? - esperando respuesta, un nuevo trago y acaba con la copa – Es básico que no sospeche nada, ¿entiendes? Con lo pardillo que es, sería un auténtico desastre que supiera lo nuestro. ¡Confío en ti! ¿Te paso a buscar en coche? No te demores mucho ¿Ok? - dice orgulloso de su poder de convicción - Y borra todo de la memoria. Este tema está muerto y enterrado.......

(Este cuento ya ha sido publicado en la revista "La Murada" en su edición del 2011)

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